La petrolera YPF ha anunciado que cerró el tercer trimestre del año 2025 con un resultado financiero notable: una ganancia de 1.357 millones de dólares estadounidenses. Esta cifra representa un incremento del 21% con respecto a las ganancias registradas en el trimestre inmediatamente anterior. Este sólido desempeño se atribuye a un plan estratégico que combinó de manera efectiva el aumento de la producción, una considerable reducción de costos operativos y una apuesta decisiva por la explotación de recursos no convencionales.
El Impulso de Vaca Muerta
El motor principal detrás de este avance financiero se encuentra en el desarrollo del yacimiento Vaca Muerta y, específicamente, en su producción de petróleo de esquisto, conocido como shale oil. La compañía alcanzó en este periodo la cifra de 170.000 barriles diarios de shale oil, lo que se traduce en un impresionante crecimiento interanual del 43%. Adicionalmente, en el mes de octubre, la producción se elevó aún más, llegando a 190.000 barriles diarios, logrando de esta forma cumplir anticipadamente la meta de producción que estaba prevista originalmente para el cierre de fin de año.
Este hito de producción es crucial, ya que el shale oil representa ahora el 70% de la producción total de petróleo de YPF, consolidando la transición de la empresa hacia los recursos no convencionales.
Eficiencia Operativa e Inversión Estratégica
El informe trimestral también destaca una notoria eficiencia operativa. Los costos de extracción de la petrolera lograron reducirse en cerca del 30%. Según YPF, su programa «Plan 4×4», que está enfocado en el desarrollo integral de grandes proyectos de infraestructura energética y en la explotación de recursos no convencionales, ha comenzado a rendir frutos esperados.
En términos de inversión, la empresa destinó 1.017 millones de dólares en el trimestre, de los cuales un 70% fue dirigido específicamente al desarrollo del shale. En la división de refinación y comercialización, también se observaron mejoras sustanciales: la venta de combustibles creció un 3% en comparación con el trimestre anterior, y las refinerías de la compañía alcanzaron el mayor nivel de procesamiento de petróleo registrado en los últimos 15 años.
A pesar de que el resultado es muy alentador para YPF y demuestra un modelo de negocio potencialmente replicable en el sector energético, la empresa reconoció que las volátiles condiciones macroeconómicas del país siguen siendo un factor de riesgo. Asimismo, la fuerte dependencia de los recursos fósiles plantea interrogantes sobre la sustentabilidad de este modelo en el mediano y largo plazo.
