Scott Bessent, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, confirmó en una entrevista con la cadena MSNBC que el Gobierno argentino ha hecho uso de una porción del swap de divisas. El funcionario estadounidense destacó que esta operación no solo sirvió a los propósitos de estabilización, sino que también generó ganancias para el país norteamericano, un resultado que Bessent calificó como inusual en este tipo de acuerdos.
Uso del Crédito y Rendimiento para EE. UU.
En sus declaraciones, Bessent señaló que se utilizó «una pequeña cantidad» del crédito total del acuerdo de swap, que asciende a un monto de 20.000 millones de dólares. El secretario del Tesoro fue explícito al indicar: «Obtuvimos ganancias con ello», a pesar de que, según su experiencia, «en la mayoría de los rescates, no se obtiene ganancias». Subrayó que, en esta oportunidad, «el gobierno de Estados Unidos obtuvo ganancias».
En este contexto, el funcionario destacó que Estados Unidos utilizó su hoja de balance con el objetivo principal de «estabilizar a la Argentina». Las estimaciones del mercado financiero indicaron que, hasta el momento de la entrevista, Argentina habría utilizado cerca de 2.700 millones de dólares del acuerdo. Esta cifra fue destinada, principalmente, a cubrir los pagos de deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Objetivo de Estabilización y Visión Geopolítica
Bessent manifestó que el acuerdo de swap buscó activamente lograr una estabilización del peso argentino, especialmente en el periodo previo a las elecciones legislativas nacionales que se llevaron a cabo el 26 de octubre.
Por otra parte, el secretario del Tesoro amplió el alcance del acuerdo más allá de lo económico, aludiendo a la intención de robustecer la relación bilateral entre Estados Unidos y Argentina. En una visión que vincula la economía con la seguridad, Bessent explicó su preferencia por «usar la paz mediante la fortaleza económica antes que tener que disparar a narcolanchas si el gobierno colapsa». El funcionario concluyó su análisis enfatizando que existe una «oportunidad generacional en América Latina para crear aliados» fuertes y estables.
