El gobierno argentino ha anunciado una serie de medidas más estrictas para el ingreso de extranjeros al país. A partir de la implementación de nuevas políticas migratorias, se requerirá un mayor control en los puntos de entrada, además de la obligación de los hospitales públicos de cobrar ciertos servicios a personas no residentes.

Estas medidas se dan en el marco de un plan que busca regular de manera más rigurosa el acceso y permanencia de ciudadanos extranjeros en Argentina. En cuanto al ámbito de la salud, los hospitales nacionales comenzarán a aplicar tarifas a extranjeros que reciban atención médica, salvo en casos de urgencia o situaciones de extrema necesidad.
El gobierno justificó esta decisión como una forma de optimizar los recursos públicos y garantizar la atención adecuada a los ciudadanos argentinos, al tiempo que se mantiene la solidaridad con quienes se encuentren en situaciones vulnerables.