
El presidente Javier Milei volvió a manifestar públicamente su rechazo hacia la vicepresidenta Victoria Villarruel, profundizando así el conflicto político dentro del oficialismo. Durante un acto reciente, lanzó duras expresiones que apuntan directamente a la figura de su compañera de fórmula, a quien acusó de actuar en contra de los intereses del Gobierno.
El distanciamiento entre ambos se ha venido agravando desde que Villarruel habilitó una sesión en el Senado que el Ejecutivo había rechazado. Esta acción fue interpretada como una señal de ruptura y deslealtad dentro del espacio libertario, lo que generó tensiones no solo en la esfera política nacional, sino también en la interna de La Libertad Avanza.

La ausencia del mandatario en la Exposición Rural, donde Villarruel tuvo un rol protagónico, fue vista como un nuevo capítulo en esta disputa. Desde el entorno presidencial se cuestionan además los movimientos institucionales y el uso de recursos asociados al Congreso, interpretados como señales de una estrategia política paralela que desafía el liderazgo del presidente.
Este escenario expone una fractura visible en el núcleo del poder nacional, con consecuencias que podrían impactar en la gobernabilidad y en la cohesión del espacio que llevó a Milei a la presidencia. Las tensiones parecen lejos de resolverse, y el clima político se vuelve cada vez más incierto.