El empresario Lázaro Báez ingresó nuevamente este domingo al Complejo Penitenciario Federal N.º 1 de Ezeiza luego de que un juez federal rechazara su solicitud de prisión domiciliaria. La defensa había argumentado que padece enfermedades crónicas como EPOC, hipertensión y arritmia, pero la Justicia consideró que no estaban acreditadas las condiciones para el beneficio.
Báez cumple una condena unificada de 15 años de prisión por las causas conocidas como “Ruta del dinero K” y “Vialidad”. Su arresto domiciliario había sido solicitado ante el estado de salud y las condiciones de detención en la Unidad Penitenciaria N.º 15 de Río Gallegos, donde los abogados lo describían como alojado en un lugar de “habitabilidad mínima”.
El traslado se realizó desde Río Gallegos a Ezeiza, con intervención del Servicio Penitenciario Federal bajo protocolo especial. Al llegar, fue internado en el Hospital Central Penitenciario para realizar estudios médicos mientras se determina su ubicación definitiva dentro del pabellón correspondiente.
La decisión judicial está vinculada al análisis de riesgo procesal y condiciones de detención. Aunque se reconoce su edad y padecimientos, el magistrado consideró que los requisitos para acceder a prisión domiciliaria —como gravedad del cuadro, imposibilidad de tratamiento en el penal o reducción de riesgos— no estaban debidamente acreditados.
La resolución marca un nuevo escenario en la causa del empresario, que deberá continuar su cumplimiento de condena en régimen de prisión común. Mientras tanto, la defensa analiza próximos pasos y posibles recursos ante instancias superiores.
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