Las devastadoras inundaciones que afectan a Texas han causado la muerte de más de 80 personas, entre ellas 27 menores de edad, mientras que decenas continúan desaparecidas. Las intensas lluvias y el desbordamiento de ríos han provocado graves daños materiales y un escenario de emergencia en varias comunidades.
Las autoridades locales y los equipos de rescate trabajan sin descanso para buscar a las personas desaparecidas y asistir a los afectados por esta catástrofe natural. Varias zonas permanecen inundadas, lo que dificulta las labores de socorro y la evaluación precisa de los daños.
Este desastre ha generado una crisis humanitaria en la región, con miles de personas desplazadas y la necesidad urgente de ayuda humanitaria, alimentos, agua potable y refugio seguro.
Las autoridades federales y estatales han declarado el estado de emergencia y coordinan acciones para atender a las víctimas y prevenir nuevas tragedias. Mientras tanto, la comunidad internacional sigue con preocupación la evolución de la situación en Texas.