En la ciudad de Goya, provincia de Corrientes, se puso en marcha el juicio oral contra el exarquero Cristian Sebastián Dening y su madre, acusados de ser los presuntos líderes de un esquema de estafa piramidal que habría afectado a más de 100 víctimas. El expediente señala que los acusados promovían inversiones con promesas de rendimiento rápido, y que luego huyeron al exterior para eludir la acción judicial.
La acusación indica que los inversores, muchos de ellos trabajadores, jubilados o personas de bajos recursos confiando en el ofrecimiento, entregaron montos en dólares y pesos que nunca fueron devueltos. Los imputados, según la investigación, operaban a través de una estructura que presentó alto grado de sofisticación, con sedes de oficinas, autos de lujo y publicidad engañosa.
El juicio comenzó con la exposición de las primeras víctimas en la sala y el análisis del material probatorio inicial, que incluye transferencias bancarias, listados de inversores y movimientos internacionales. La fiscalía pedirá la imposición de penas que podrían alcanzar hasta 18 años de prisión si se configura la asociación ilícita en concurso real con estafa continuada.
A pesar de haber sido buscado internacionalmente, Dening se presentó ante la justicia antes de que se ordenara su captura, luego de residir temporalmente en España y en la provincia del Chaco. Su madre, también imputada como coautora, permanece detenida. El tribunal fijó varias jornadas de audiencia para dilucidar la responsabilidad de cada acusado y las extensas consecuencias económicas del caso.
El desarrollo de este proceso marca un hito en la región ante la proliferación de estafas piramidales que vulneran la vulnerabilidad de pequeños inversores. Las víctimas reclaman no solo el resarcimiento económico, sino también una sentencia ejemplificadora. El tribunal estima dictar sentencia al cabo de los seis días previstos de audiencia.
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