Especialistas en derecho procesal de toda la Argentina se reunieron en la Universidad Nacional del Litoral, en la provincia de Santa Fe, para celebrar el decimotercer encuentro nacional de la comisión de jóvenes procesalistas de la Asociación Argentina de Derecho Procesal Penal. Este encuentro sirvió como marco para rendir un emotivo y profundo homenaje al legado del destacado profesor Jorge W. Peyrano, figura clave del Derecho Procesal en el país.
El homenaje central estuvo a cargo del doctor Sergio Barberio y el doctor Fernando Heñin, quien se desempeña como juez de la Cámara de Apelaciones Civil y Comercial de Resistencia. Ambos describieron al profesor Peyrano como una figura fundamental, un verdadero maestro que dedicó su vida a la formación de innumerables generaciones de juristas.
Legado Académico y Valores
Barberio y Heñin resaltaron especialmente la contribución de Peyrano en el claustro docente de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional del Litoral, donde su labor fue esencial tanto en el grado como en el posgrado. Los oradores destacaron su inmenso legado académico, su notable generosidad intelectual y su compromiso inagotable con la enseñanza y el desarrollo del pensamiento procesal en Argentina.
En sus palabras, los homenajeadores remarcaron que el profesor «supo inspirar, con su palabra y su ejemplo, el camino de tantos y tantas Procesalistas en el país y en el mundo». Esta influencia trasciende la mera transmisión de conocimientos técnicos.
El doctor Heñin profundizó en esta idea, reflexionando sobre la definición de un verdadero maestro:
«Se dice que es Maestro quien transmite no solo conocimientos, sino también valores, herramientas y un sentido crítico a los estudiantes, y cuya obra y enseñanzas trascienden en cualquier arte o ciencia, aún después de la muerte. Creo que Jorge Peyrano con creces tiene ganado ese título y su legado tiene que servirnos de norte, muy especialmente para los jóvenes procesalistas.»
El encuentro sirvió así no solo como un acto de recordatorio, sino también como una reafirmación del compromiso de las nuevas generaciones de procesalistas con los altos estándares éticos y académicos establecidos por el profesor Jorge W. Peyrano.
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