El ministro de Economía, Luis Caputo, anunció este martes 20 de mayo que el Gobierno nacional decidió prorrogar la reducción temporal de los derechos de exportación para el trigo y la cebada hasta el 31 de marzo de 2026. Esta medida, implementada originalmente a fines de enero con vigencia hasta el 30 de junio, busca incentivar la siembra de la próxima cosecha fina y promover la entrada de divisas al país.

«Las exportaciones de estos productos y sus derivados acumulan alrededor de USD 4.000 millones por año, cerca de un 5% del total de las exportaciones argentinas», destacó Caputo a través de su cuenta en la red social X.
La prórroga de la baja de retenciones se aplicará exclusivamente al trigo y la cebada, manteniendo una alícuota reducida del 9,5%, frente al 12% previo. En cambio, otros cultivos como la soja, el maíz, el girasol, el sorgo y todos sus subproductos volverán a tributar los derechos de exportación vigentes en enero a partir del 1 de julio.
Desde el sector agroindustrial, la medida fue recibida con satisfacción. José Martins, presidente del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), expresó: «Creemos que es una medida positiva y celebramos que se haya dado en este contexto donde se está ejecutando el plan de siembra de trigo y cebada».
Sin embargo, también se manifestaron reclamos para que la reducción de retenciones se extienda a otros cultivos. La Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) consideró que «sería deseable que hagan lo mismo con los granos de la cosecha gruesa -soja y maíz- que tienen alto impacto en la producción y exportación en la Argentina».
Con esta decisión, el Gobierno busca sostener el ingreso de divisas en un contexto económico desafiante, incentivando la producción y exportación de la cosecha fina. No obstante, queda pendiente la respuesta a las demandas del sector para incluir a los cultivos de la cosecha gruesa en futuras medidas de alivio fiscal.