14/12/2025
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Un grave y repudiable siniestro vial se registró en horas de la noche o madrugada, donde un automovilista que conducía en estado de ebriedad atropelló violentamente a un grupo de cuatro jóvenes que se encontraban circulando o esperando en la vía pública. La situación de alarma se profundizó debido a que el conductor, lejos de detenerse para asistir a las víctimas, optó por huir de la escena del accidente.

El Accidente y el Estado de las Víctimas

El impacto se produjo con una fuerza considerable, dejando a los cuatro jóvenes heridos. Inmediatamente después del suceso, testigos y vecinos activaron los servicios de emergencia, y las víctimas fueron asistidas por personal médico y trasladadas a un centro de salud u hospital cercano. La policía inició las diligencias en el lugar del hecho para recolectar pruebas y asegurar la zona. El informe preliminar sobre el estado de salud de los jóvenes varió, siendo algunos derivados por lesiones de gravedad.

La descripción del vehículo y el testimonio de los presentes fueron cruciales para que las fuerzas de seguridad pudieran iniciar la búsqueda del rodado y del conductor responsable.

La Fuga, la Búsqueda y la Detención

A pesar de la gravedad del incidente, el conductor se dio a la fuga en su vehículo, en un claro intento de evadir las responsabilidades penales y civiles. La policía montó un rápido operativo cerrojo en las posibles rutas de escape. Horas después, y gracias al rastreo y la identificación del vehículo, se logró localizar y detener al hombre.

Una vez bajo custodia policial, al sujeto se le realizó el correspondiente test de alcoholemia, el cual arrojó un resultado positivo y superior a los límites permitidos por la ley, confirmando la presunción de que conducía en estado de ebriedad. El vehículo fue secuestrado y puesto a disposición de la justicia como elemento de prueba en la causa. El conductor fue imputado por «Supuestas Lesiones Graves y Abandono de Persona», agravado por el estado de intoxicación alcohólica.

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