Tras la exposición de los alegatos de apertura por parte del Equipo Público Fiscal y las querellas, fue el turno de las defensas de los imputados en el juicio por el femicidio de Cecilia Strzyzowski. Las defensas de los Sena y sus colaboradores pidieron la absolución, sosteniendo distintas posturas: desde la ausencia de pruebas del homicidio hasta el desconocimiento total de los hechos.
La defensa de César Sena: «No hay pruebas de que Cecilia esté muerta»
La abogada Gabriela Tomljenovic, defensora de César Sena, basó su alegato en la supuesta falta de evidencia concreta de la muerte de Cecilia. Cuestionó la lógica del plan fiscal, señalando que si existía tal plan, César no se habría mostrado en público ese mismo día.
Tomljenovic enfatizó la ausencia de certificado de defunción y de autopsia, y la falta de identificación de restos óseos o cenizas. «No esperen ver pruebas de restos óseos, porque no las hay», aseguró, pidiendo al jurado un veredicto de absolución.
La defensa de Emerenciano Sena: «Un hombre empático»
El abogado Ricardo Osuna defendió a Emerenciano Sena alegando que no hay pruebas que lo vinculen con el hecho y calificó la hipótesis fiscal como «aberrante». Sostuvo que su defendido no se encontraba en el domicilio familiar en el horario del crimen, sino trabajando, y que las cámaras y testigos acreditan su rutina laboral.
«No hay mensajes, no hay llamadas, no hay una sola prueba que lo acerque a ningún acto ilícito», afirmó Osuna, quien además criticó el uso del «poder económico y político» de Sena como argumento mediático, pidiendo la no culpabilidad.
La defensa de Marcela Acuña: «Una madre desesperada»
La abogada Celeste Ojeda defendió a Marcela Acuña, alegando que su participación fue posterior al crimen y que actuó por desesperación. Ojeda citó un mensaje de las 17 horas del 2 de junio: «Creo que sucedió algo grave con César, estoy desesperada», sosteniendo que no es la frase de una asesina, sino de una madre.
La letrada admitió que Acuña tomó «malas decisiones» al pedir que se ocultara lo ocurrido en su casa, pero negó la planificación o ejecución del homicidio, insistiendo en que solo buscaba proteger a su hijo.
Los colaboradores: «Solo cumplieron con su trabajo habitual»
La abogada Elena Puente, defensora de Fabiana González y Gustavo Obregón, argumentó que ambos eran colaboradores que actuaron dentro de sus funciones cotidianas y que «compartían el trabajo y la vida familiar» de los Sena. Afirmó que «por confianza y gratitud hicieron muchas cosas, pero no participaron en ningún delito».
Por su parte, la defensa de Gustavo Melgarejo y Griselda Reinoso pidió su absolución, calificando a Melgarejo más bien como un testigo y negando que Reinoso tuviera vínculo o conocimiento del supuesto fuego en el campo Rossi.

