
La **Embajada de Rusia en Argentina** emitió un comunicado en el que rechazó «rotundamente» las acusaciones de la ministra de Seguridad, **Patricia Bullrich**, que vinculaban a supuestos espías rusos con la filtración de los audios de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. La embajada calificó las declaraciones de la ministra como «falsas e infundadas» y consideró «irracional y destructivo» el deseo de ver «espías rusos» en cada rincón.
Un caso de presunto espionaje y respuesta diplomática
Las acusaciones de Bullrich se basaban en una supuesta operación de inteligencia «de gran envergadura» con la participación de agentes rusos y venezolanos para «penetrar en la Argentina». El tema se volvió relevante tras un fallo judicial que prohibió la difusión de las grabaciones y una denuncia del gobierno contra los medios y periodistas que las reprodujeron. Sin embargo, la embajada rusa rechazó categóricamente las acusaciones, argumentando que no se presentaron pruebas para vincular a sus servicios de inteligencia con el suceso. La embajada expresó su deseo de que las relaciones diplomáticas entre ambos países, que conmemorarán su 140° aniversario, se desarrollen en un espíritu de cooperación y no bajo la influencia de una «historia de espionaje ficticia».
