El 15 de noviembre se conmemora el octavo aniversario del hundimiento del submarino ARA San Juan, considerado el siniestro naval más trágico de la Armada Argentina desde la finalización de la Guerra de Malvinas. La nave, que llevaba 44 tripulantes a bordo, perdió todo contacto el 15 de noviembre de 2017 mientras cumplía con una misión de tránsito entre las bases navales de Ushuaia y Mar del Plata. Cada aniversario reaviva la memoria del personal caído y la persistente demanda de la sociedad para que se esclarezcan de manera definitiva las causas de la tragedia.
El Último Contacto y la Búsqueda Internacional
El ARA San Juan era un submarino de la clase TR-1700, de fabricación alemana, que había sido sometido a tareas de reparación y modernización de media vida entre los años 2008 y 2014. La última comunicación recibida de la tripulación fue a las 7:30 de aquel día, donde se informó de una entrada de agua a través del snorkel y un principio de incendio en el compartimento de baterías. Poco después, la nave se perdió a la altura del golfo San Jorge.
La desaparición desató un operativo de búsqueda y rescate sin precedentes en la historia argentina, que contó con la participación de dieciocho países, más de cuatro mil efectivos, aeronaves, satélites, drones submarinos y buques especializados. A pesar de este enorme despliegue internacional, el submarino no pudo ser localizado hasta un año después. La empresa Ocean Infinity detectó los restos a novecientos siete metros de profundidad, a unos seiscientos kilómetros de la costa de Comodoro Rivadavia. Las imágenes de los restos confirmaron la implosión y el colapso del casco de la nave.
Demandas de Verdad, Justicia y Transparencia
Desde el hallazgo, los familiares de los 44 tripulantes mantienen un firme reclamo de verdad y justicia. Sus denuncias apuntan a la existencia de serias irregularidades en el mantenimiento del submarino, deficiencias en el control técnico de la nave y una cadena de decisiones que, según su perspectiva, expusieron a la tripulación a condiciones operativas inseguras.
Si bien diversas pericias y documentos han respaldado la existencia de fallas previas y reportes críticos no atendidos, hasta el momento el Poder Judicial no ha logrado establecer responsabilidades penales firmes. Las familias también han insistido, basándose en estudios externos, en que se investigue la posibilidad de que el submarino haya sido víctima de un ataque. Por ello, más allá de las ceremonias de evocación de la Armada, los parientes de los caídos insisten en que el reconocimiento a los cuarenta y cuatro héroes debe estar acompañado de avances concretos en la causa judicial y el acceso completo a toda la documentación reclamada. Para ellos, la memoria del ARA San Juan es inseparable de la exigencia de transparencia.
