El reciente accidente del Boeing 787 Dreamliner de Air India ha generado un fuerte debate sobre la seguridad de este modelo, que hasta ahora era considerado uno de los aviones más avanzados y confiables de la aviación comercial.
A pesar de su reputación, documentos y testimonios internos revelan que dentro de Boeing existían preocupaciones serias sobre ciertos aspectos técnicos del Dreamliner. Problemas relacionados con sistemas electrónicos, baterías y protocolos de mantenimiento habían sido señalados por empleados y expertos, aunque no siempre fueron atendidos con la urgencia necesaria.
El accidente ocurrido ha puesto en el centro de atención la gestión de riesgos y la transparencia dentro de la compañía, además de generar investigaciones por parte de organismos internacionales de aviación. El objetivo es determinar si las dudas internas pudieron haber influido en fallas que contribuyeron al siniestro.
Air India y Boeing colaboran actualmente con las autoridades para esclarecer las causas, mientras la industria aérea reflexiona sobre los desafíos de garantizar la máxima seguridad en aviones de última generación.