
Durante un operativo policial en Tres Isletas fue descubierta una escena insólita: delincuentes carnearon un animal robado y ocultaron parte de la carne dentro de un lavarropas abandonado. La denuncia alertó a las fuerzas, que acudieron al sitio y hallaron evidencias que confirmaron el hecho.
El robo del animal habría ocurrido en un predio rural cercano, donde animales de cría son blanco frecuente de hurtos. Los autores trasladaron el animal hasta otro sitio para faenarlo y, ante el riesgo de ser descubiertos, optaron por esconder trozos de carne dentro del cuerpo de un equipo doméstico, algo que llamó la atención de los investigadores.
La Policía logró encontrar rastros del hecho y procedió a la detención de varias personas señaladas como presuntas responsables. También se incautaron herramientas utilizadas para el desposte, restos óseos, utensilios de corte y otras pruebas que serán sometidas a peritaje forense.
La investigación quedó a cargo de la Fiscalía local, que evaluará cuál fue el alcance del robo, cuántos animales fueron víctimas y si existía un circuito de comercialización clandestina. El hecho revela modalidades insólitas para esconder evidencia y complicar la acción policial.
Vecinos de la zona expresaron preocupación por la frecuencia de robos en campos colindantes y por la impunidad que muchas veces acompaña estos delitos rurales. La policía reforzó los controles en rutas rurales e intensificó patrullajes en zonas vulnerables.
Mientras la causa avanza, las autoridades instan a quienes tengan información a colaborar, para identificar si existen otras personas involucradas o destinos para la carne. La ejemplaridad judicial se vuelve un factor clave para desalentar acciones similares en el futuro.