
Un ciudadano paraguayo que cumplía una condena de 12 años de prisión por abuso sexual con acceso carnal en la provincia del Chaco fue expulsado del país tras una disposición judicial. El hombre, identificado como M.R., permanecía alojado en el Complejo Penitenciario N.º 2 de Presidencia Roque Sáenz Peña hasta el momento de su traslado.

El operativo de expulsión se llevó adelante con la coordinación de la Policía del Chaco y el Servicio Penitenciario Provincial, bajo la orden del Juzgado de Ejecución Penal y en cumplimiento de lo dispuesto por la Dirección Nacional de Migraciones. Las medidas fueron ejecutadas con estrictos protocolos de seguridad para garantizar la entrega formal del condenado a las autoridades extranjeras.
El procedimiento incluyó el traslado del interno desde la unidad penitenciaria hasta el paso fronterizo de Itatí, en la provincia de Corrientes, donde fue entregado a los funcionarios competentes de Paraguay. De este modo, se completó el proceso de expulsión que había sido determinado judicialmente tras el cumplimiento parcial de la pena.

Fuentes oficiales remarcaron que este tipo de acciones forman parte de los acuerdos de cooperación internacional y de las facultades que posee el Estado argentino para disponer la expulsión de ciudadanos extranjeros condenados por delitos graves. El objetivo es evitar que continúen cumpliendo la pena en territorio nacional y que queden bajo jurisdicción de sus países de origen.
El caso volvió a poner en agenda el debate sobre la permanencia de ciudadanos extranjeros con condenas por delitos de alto impacto social en cárceles locales. La medida, además, refleja la política de reforzar los controles migratorios en casos vinculados a delitos contra la integridad sexual y otros delitos graves.
Con esta expulsión, las autoridades argentinas cierran un proceso judicial que había tenido gran repercusión en Sáenz Peña. El hombre ahora deberá continuar su situación penal bajo la responsabilidad del sistema judicial y penitenciario de Paraguay.