Se trata de un paciente de 59 años que no presentaba antecedentes de viaje a otras provincias o al exterior. Ya son siete jurisdicciones las que confirmaron casos autóctonos.

Este miércoles, el Ministerio de Salud de la provincia de Santa Fe confirmó el primer caso autóctono de dengue en un hombre de 59 años, y que en cuanto a la infección vírica corresponde al serotipo DEN-1 —el de mayor circulación en el país— entre los detalles que contó el organismo.
El paciente es oriundo del Departamento Castellanos, y no presentaba antecedentes de viaje a otras provincias o al exterior. En tanto, se encuentra internado en una clínica privada y en buen estado de salud.
Cabe destacar que existen cuatro serotipos de dengue: DEN-1, DEN-2, DEN-3 y DEN-4. Sin embargo, los especialistas señalan que cualquiera de estas clasificaciones puede producir las formas graves de la enfermedad.

Se trata del primer contagio luego de cuatro meses sin casos autóctonos. Santa Fe se suma a las otras siete jurisdicciones que informaron la detección de casos de dicha índole: provincia de Buenos Aires, Chaco, Formosa, Córdoba, Mendoza, Tucumán y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Analía Chumpitaz, titular de Promoción y Prevención del Ministerio de Salud de la Provincia de Santa Fe, dijo que tras la confirmación por laboratorio, se llevaron adelante «acciones de bloqueo para detectar y eliminar criaderos y mosquitos en la zona cercana a la residencia de la persona que presentaba síntomas».
Además, se llevó adelante una «fumigación intradomiciliaria y espacial». Más tarde, dijo que «hasta el momento no se encontraron personas con síntomas compatibles con la enfermedad» en la región.
En tanto, las autoridades sanitarias advirtieron sobre la necesidad de contrarrestar la circulación del mosquito Aedes aegypti, transmisor de la enfermedad, para evitar un brote.
Una de las medidas que apoya el Gobierno es el proyecto de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), en colaboración con el municipio de Ezeiza, de liberar alrededor de 80.000 mosquitos machos estériles de color rojo, naranja o verde fluorescente, con el objetivo de disminuir la capacidad de reproducción de los Aedes Aegypti.
En este caso, los machos estériles no pueden fecundar a las hembras, y de esta forma, se espera un control gradual de la población de mosquitos, por lo que es importante no matarlos.
Otra forma que los científicos creen poder combatir a los mosquitos es dejar sordos a los insectos macho para que tengan dificultades para aparearse y reproducirse, y que no puedan tener contacto físico con las hembras.